Rony
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Sexo: Macho castrado
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Raza: Mezcla de caniche
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Edad: 7 años
aproximadamente
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Manto: Pelo rizado y
espeso, color blanco con grandes manchas grises; necesita frecuentes
peluquerías si se deja el manto largo o raparlo.
Antecedentes → Rony
fue atropellado hace un tiempo recibiendo un golpe en la cara. Tuvo que ser
intervenido perdiendo varias piezas dentales y el maxilar inferior no se ha
quedado bien del todo. Las secuelas físicas no son importantes, solo hay que
tener la precaución de darle el pienso de tamaño pequeño o humedecerlo para que
se ablande.
Las secuelas psicológicas son bastantes más
graves y profundas generando problemas de agresividad, especialmente cuando se
va a manejar –cogerlo en brazos, acariciarlo, pelarlo y sobre todo en las
visitas al veterinario-. A esto se une que su vida ha estado reducida a una
casa, en compañía de una señora mayor, y con muy pocas salidas a la calle. 
Tiene escasa socialización y mucho miedo a los desconocidos, especialmente a
los hombres, y reacciona de manera arisca a cualquier persona que entre en su
casa, sobre todo si intenta tocarlo, llegando a morder.
·
Dejarse pelar sin dormirlo, sin
bozal y sin amarrarlo -cosa que hasta ahora era imposible según su propietaria-.
·
Se deja coger en brazos y se
muestra muy cariñoso y obediente con nosotros.
A pesar de estos avances no podemos recomendar
a Rony para la adopción porque sigue sin ser fiable. Ha mordido en situaciones
de frustración –si lo vas a coger cuando él no quiere, si lo llamas para entrar
en algún sitio donde no quiere ir, etc.- gruñe, muestra los dientes y no se
deja coger. El único varón que trabaja con nosotros es al que más ha mordido,
por lo que pensamos que desconfía más de los hombres y los ve como una amenaza.
Conclusiones → Este llamamiento no es para una adopción en una familia
normal. Este caso va dirigido a
profesionales del comportamiento, veterinarios, peluqueros caninos o
adiestradores que quieran ayudar a Rony. Su dueña ha enfermado y no tiene
familia que se ocupe de Rony, ella lo quiere muchísimo y a ella no le ha mordido nunca pero ya no puede
ocuparse de él. La otra opción es eutanasiarlo por las dificultades para su
adopción.
Nosotros los voluntarios estamos
sobrecargados, como siempre, y lo único que nos queda es realizar este
llamamiento. En mi experiencia particular cuando empecé como adiestradora y me
especialicé en problemas de agresividad, yo adoptaba a los que no tenían posibilidad
con otra persona que no tuviera los conocimientos que yo tenía. Todos estos
perros que han vivido y han muerto en nuestra casa, llevando una vida normal y
a veces me han enseñado más que
cualquier libro o cualquier maestro.
Casos de experiencias tan traumáticas como las
de Rony, con secuelas como las que muestra, raras veces llegan a una curación
total. Si convive con un experto en comportamiento puede llegar a hacer una
vida absolutamente normal y ser muy feliz el tiempo que le queda.
Algo que debemos resaltar en el caso de Rony
es que la intimidación, el sometimiento, la presión, técnicas de ahorque, lazo
en el hocico además de bozal han sido utilizados continuamente para pelarlo o
curarlo en el veterinario. Esto unido a que sus visitas fueron muy frecuentes a
raíz del accidente es, como describe su propietaria, lo que empezó a cambiar el
carácter del perro. Estamos hablando en todo momento desde el punto de vista de
lo que el animal siente, experimenta y vive, no estamos cuestionando los
métodos que actualmente se usan para el manejo de animales que muerden. Por lo
tanto los métodos que recomendamos encarecidamente son aquellos que trabajan exclusivamente en positivo y
especialmente la utilización del cliker para la desensibilización y el
contracondicionamiento como métodos terapéuticos.
Pasamos este testigo a lo que nosotros
llamamos adiestradores sin fronteras
a quien realmente quiera ayudar a Rony a
vivir y de camino aprender, disfrutar y experimentar la recuperación de un
animal a través del adiestramiento en positivo.