2013-05-17

PEDIMOS AYUDA A EDUCADORRES CANINOS PARA RONY









Rony
      Sexo: Macho castrado
      Raza: Mezcla de caniche
      Edad: 7 años aproximadamente
      Manto: Pelo rizado y espeso, color blanco con grandes manchas grises; necesita frecuentes peluquerías si se deja el manto largo o raparlo.


Antecedentes Rony fue atropellado hace un tiempo recibiendo un golpe en la cara. Tuvo que ser intervenido perdiendo varias piezas dentales y el maxilar inferior no se ha quedado bien del todo. Las secuelas físicas no son importantes, solo hay que tener la precaución de darle el pienso de tamaño pequeño o humedecerlo para que se ablande.

Las secuelas psicológicas son bastantes más graves y profundas generando problemas de agresividad, especialmente cuando se va a manejar –cogerlo en brazos, acariciarlo, pelarlo y sobre todo en las visitas al veterinario-. A esto se une que su vida ha estado reducida a una casa, en compañía de una señora mayor, y con muy pocas salidas a la calle.

Tiene escasa socialización y mucho miedo a los desconocidos, especialmente a los hombres, y reacciona de manera arisca a cualquier persona que entre en su casa, sobre todo si intenta tocarlo, llegando a morder.

Desde que lo sacamos de su entorno ha habido algunas mejoras importantes como:

·       Dejarse pelar sin dormirlo, sin bozal y sin amarrarlo -cosa que hasta ahora era imposible según su propietaria-.
·       Se deja coger en brazos y se muestra muy cariñoso y obediente con nosotros.

A pesar de estos avances no podemos recomendar a Rony para la adopción porque sigue sin ser fiable. Ha mordido en situaciones de frustración –si lo vas a coger cuando él no quiere, si lo llamas para entrar en algún sitio donde no quiere ir, etc.- gruñe, muestra los dientes y no se deja coger. El único varón que trabaja con nosotros es al que más ha mordido, por lo que pensamos que desconfía más de los hombres y los ve como una amenaza.
 

Conclusiones Este llamamiento no es para una adopción en una familia normal. Este caso va dirigido a profesionales del comportamiento, veterinarios, peluqueros caninos o adiestradores que quieran ayudar a Rony. Su dueña ha enfermado y no tiene familia que se ocupe de Rony, ella lo quiere muchísimo y  a ella no le ha mordido nunca pero ya no puede ocuparse de él. La otra opción es eutanasiarlo por las dificultades para su adopción.

Nosotros los voluntarios estamos sobrecargados, como siempre, y lo único que nos queda es realizar este llamamiento. En mi experiencia particular cuando empecé como adiestradora y me especialicé en problemas de agresividad,  yo adoptaba a los que no tenían posibilidad con otra persona que no tuviera los conocimientos que yo tenía. Todos estos perros que han vivido y han muerto en nuestra casa, llevando una vida normal y a veces  me han enseñado más que cualquier libro o cualquier maestro.

Casos de experiencias tan traumáticas como las de Rony, con secuelas como las que muestra, raras veces llegan a una curación total. Si convive con un experto en comportamiento puede llegar a hacer una vida absolutamente normal y ser muy feliz el tiempo que le queda.

Algo que debemos resaltar en el caso de Rony es que la intimidación, el sometimiento, la presión, técnicas de ahorque, lazo en el hocico además de bozal han sido utilizados continuamente para pelarlo o curarlo en el veterinario. Esto unido a que sus visitas fueron muy frecuentes a raíz del accidente es, como describe su propietaria, lo que empezó a cambiar el carácter del perro. Estamos hablando en todo momento desde el punto de vista de lo que el animal siente, experimenta y vive, no estamos cuestionando los métodos que actualmente se usan para el manejo de animales que muerden. Por lo tanto los métodos que recomendamos encarecidamente son aquellos que trabajan exclusivamente en positivo y especialmente la utilización del cliker para la desensibilización y el contracondicionamiento como métodos terapéuticos.

Pasamos este testigo a lo que nosotros llamamos adiestradores sin fronteras a quien  realmente quiera ayudar a Rony a vivir y de camino aprender, disfrutar y experimentar la recuperación de un animal a través del adiestramiento en positivo.